martes, 22 de febrero de 2011

PREPRARACION DEL MURO "AL FRESCO"


Para realizar una pintura mural al fresco los materiales deben prepararse previamente a esta actividad. Hay que amasar el mortero con el que se finaliza la preparación del muro, machacar las tierras y minerales de los que se obtiene el color. También hay que rematar la preparación del muro, ya que en la superficie suelen quedar irregularidades. Esta operación se hace con un mortero de cal repartido con una llana y una paletilla.
Durante el proceso pictórico tenemos que contar con cal apagada, y puesto que ésta debe reposar un tiempo mínimo hay que prepararla con suficiente antelación. Para preparar la cal apagada debemos tener un recipiente de madera en forma de artesa, sobre el cual dejaremos caer pequeños trozos de cal y sobre éstos echaremos agua; e inmediatamente se producirá un fenómeno de cocción que llega a alcanzar un temperatura de 100ºC. Esta mezcla debe removerse con una batidora de brazo largo. Durante este proceso el óxido de cal se convierte en hidróxido calcico, ésta operación es conocida como "afogado" ó "apagado de la cal". Una vez que la cal está apagada habrá que dejarla reposar en una fosa o tanque. Hay ocasiones en las que quedan partículas de la cal sin pagarse que producirán dificultades a la hora de extenderla sobre el muro. Para evitar esto hay que posar la mezcla por un cedazo, donde quedarán a la vista los pedazos de cal sin apagar, que posteriormente habrá que eliminar.
Existen varios modos de hacer el dibujo previo antes de disponerse a pintar con el pincel. Uno de ellos es realizar una serie de figuras geométricas que compongan el esquema simplificado de lo que será la obra final (todo esto a carboncillo). Otra es hacer la preparación del muro fresco y sobre él poner un papel en el que estará el dibujo final que al repasarlo quedará inciso sobre la pasta fresca.
En el primero de los dos casos anteriormente citados, ya que cuando el artista se dispone a pintar lo hace de una manera sorprendente, puesto que aplica la pintura tapando una mitad del dibujo previo. Seguidamente tapa parte del dibujo con la masa de cal preparada anteriormente y de este modo la parte que no tapa le sirve de pauta. Entonces es cuando empieza a pintar sobre la preparación fresca, para que ésta pueda embeber el color disuelto en agua. Una vez que ya tiene una mitad pintada repetirá este proceso en la otra parte. De este modo el dibujo subyacente, conocido como sinopia, queda por debajo de la pintura. finalmente el pintor vuelve a preparar los pigmentos para dar los últimos toques, pero esta vez utilizando la técnica al temple, sobre el muro ya seco.
En el segundo caso se realiza de la siguiente forma: para hacer la preparación de un muro de pierda o ladrillo este debe mojarse para facilitar la adherencia del mortero formado por la mezcla de cal grasa y arena de río. Un posterior enlucido muy fino en el que la proporción de arena y cal es igual, deja la superficie lista para empezar a pintar (siempre y cuando se mantenga fresca para facilitar la absorción del color). Los colores son de origen mineral y se diluyen a agua, no necesitan aglutinante ya que cuando el muro absorbe el agua el color penetra en el enlucido formando cuerpo con el. A la hora de pintar el artista debe hacerlo por jornadas, y en cada una de estas debe preparar el muro eliminando el enlucido seco, para luego poder dar la capa que utilizará.

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